Halloween 6: La Maldición de Michael Myers

Para un neófito en el género del slasher adentrarse en la saga de 'Halloween' con el visionado de la primera película del año 1978 puede ser una experiencia poco estimulante. Un asesino sencillo, una trama sin demasiadas fruslerías y poca violencia efectiva y sangrienta.

Hete aquí el momento en el que el neófito debe contextualizar no sólo las circunstancias del film (presupuesto, equipo técnico y humano, calidad técnica) sino el impacto de la cinta en el género y en la historia cinematográfica.

John Carpenter se coronaría como creador audiovisual (marcas de estilo como autor, compositor y creador de ideas para el imaginario colectivo) con esta película sobre un asesino de niñeras que un productor con ojo decidió contextualizar en la noche de Halloween.

A través de un asesino sin rostro, cuya maldad proviene de su propia falta de humanidad, 'Halloween' nos habla de la ausencia parental o de la deshumanización de la juventud. Y a través de esto genera ciertos clichés a los que ahora estamos acostumbrados pero que se cocinaron en esta cinta: la virgen que sobrevive hasta el final, un asesino asociado a una música o castigar a los jóvenes que abusan de ciertas sustancias o del sexo.

Con un tiempo mínimo para preparar, rodar y posproducir el film (en primavera comenzaron y debía estar lista para el Halloween de ese mismo año), el equipo se puso manos a la obra de manera eficiente con los pocos medios con los que contaban, y un joven John Carpenter pondría toda la carne en el asador para plantear su película de terror con grandes referencias a Hitchcock (el nombre de ciertos personajes, tener en el reparto a Jamie Lee Curtis- hija de Janet Leigh, quien protagonizara la escena de la ducha en 'Psicosis') y su manera de generar suspense, así como a autores cinematográficos como Orson Welles con ese plano secuencia al principio del film influenciado por el de 'Sed de mal'.

En definitiva, una gran película que marcaría el rumbo del cine de terror, y de esas que demuestran el valor artístico de la creación cinematográfica para crear mitos perdurables.