
El gran final que Harry se merecía.
Sin spoilers
Crítica de la última película de la saga Harry Potter.
PARA RECORDAR: Todo cobra sentido. Hace 10 años, un niño y sus jóvenes amigos protagonizaron por primera vez una película mágica infantil para pequeños y mayores. Ahora llega e final, 8 películas después, y todos los que hemos crecido a la par que los protagonistas que han despertado todo tipo de sentimientos en nosotros como la amistad y el amor, tenemos la oportunidad de despedir una saga que con cada título se iba mejorando y cobrando madurez. Y el final no ha sido menos: una película de acción, con una batalla impresionanre, que adentra en los personajes, un gran reparto que deja grandes actuaciones (el trío protagonista excelente, por no hablar del resto del raparto...), emocionante, sorprendenre y rápida. La guerra nos deja sin aliento, pero vuelve la magia de las primeras películas, la alegría, la emoción y por qué no decirlo, la tristeza. Un espéctaculo visual digno de contemplar. Ya no queda duda que la adaptación de la última novela de J.K. Rowling debía dividirse en dos partes, para dar protagonismo a esta batalla fina y contarlo todo. Harry Potter tiene el final que se merece, y con esta última película, que debe ver todo el mundo que haya sido espectador de al menos 1 película del joven mago, llegamos a la conclusión que esta saga es insuperable, porque lo tiene todo.
PARA OLVIDAR: Algunos detalles sueltos, como la historia del profesor Snape, un poco atropellada, y un final que podría haber sido más épico. Por lo demás, excelente.
EN CONCLUSIÓN: Como esta película no reciba al menos una nominación a mejor película en los premios Óscar, es que vivimos en el mundo al revés. Porque el género fantástico nunca fue tan real y sentido, porque nunca hubo un reparto tan compenetrado, porque nunca, nunca, una saga tuvo un final tan seguido, porque es pefecta y porque Harry se lo merece, por estos 10 años de aventuras.
CALIFICACIÓN: ****
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