L'ange exterminateur

Dos directores de altísimo nivel me han venido a la cabeza mientras visionaba esta película. En primer lugar, es indudable que cualquiera la relacionaría con Stanley Kubrick, por ese misticismo, esa emanación de imágenes extrañas que se presentan ante nosotros y que somos incapaces de comprender. Con el tiempo, los secretos de Kubrick se han ido revelando, y quizás "Holy Motors" envejezca también como el vino.

En segundo lugar, Luis Buñuel, y el surrealismo "absurdo" que presentó con "El ángel exterminador" o, en menor medida, con "El discreto encanto de la burguesía". Como en la primera, debemos olvidarnos de la lógica para ver la película. Leos Carax me ha recordado a estos dos grandes cineastas, aunque desconozco en qué punto se pudo inspirar en alguno de ellos, si es que lo hizo.

Pero aún va un paso más allá. Por sí misma, el guión es original y la actuación de Denis Lavant es acorde a la historia. Todos los defectos son partes intencionadas de la obra. Un homenaje a la interpretación que va a dar mucho que hablar y que pensar con el paso de los años, lo que permitirá a este film mantenerse en el recuerdo.