
Waititi sigue ampliando su currículum
Sin spoilers
Recuerdo en su momento cuando escuché su nombre para dirigir Thor Ragnarok que cuestioné lo que hizo Marvel sin conocerle y juzgarle únicamente por su apellido. Decidí ver su colaboración con Jemaine Clement en la estupenda Lo que hacemos en las sombras y me cerró bastante la boca y tras ver buenos comentarios de la siguiente cinta del neozelandés me decidí a verla sin saber nada y efectivamente me la ha vuelto a cerrar y se consagra como uno de los futuros directores Marvel con mejor currículum hasta la fecha junto a Ryan Coogler (futuro director de Black Panther con Fruitvale Station y Creed en su haber). La cinta tiene algo de ADN de Wes Anderson o eso parece en la manera de tratar la fotografía y el humor particular de ambos directores. Las interpretaciones ni mucho menos son de oscar pero hay que reconocer que la química entre Sam Neill y el chavalote gordito en plan buddy movie paternofilial es muy divertida y si tiran por esa rama en la tercera del dios del trueno pueden lograr algo verdaderamente memorable. Es curiosa la manera de manejar y reírse de los tópicos actuales, de hacer guiños a otras sagas y películas de la cultura popular y de mantenerte en vilo durante todo su metraje que combina bien acción, humor y drama. No hay mucho que achacarle y la verdad es que es de lo mejor del año sin ninguna duda.
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