Críticas de 'La canción de mi padre'
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Variety
Relativamente única entre las películas sobre la fe, es un añadido decente al género "hit-or-miss" de Hollywood (los biopics musicales) que termina de froma abrupta donde el primer acto finalizaría en esas otras películas.
Los Angeles Times
Si la película es conmovedora es gracias a la oscura y comprometida actuación de Quaid. Como sólo se centra en el origen de la canción, sólo podemos imaginarnos, sin entender, cómo impactó a los oyentes.
The Guardian
Para todos los clichés metidos a fuerza en el guión, tiene que considerase que los directores, Andrew y Jon Erwin, llevan el timón firmemente y consiguen actuaciones sinceras y persuasivas (...). Es casi exitosa seduciendo a este espectador de izquierdas y ateo hasta los últimos segundos, cuando se echa a perder con una revelación antes de los créditos.
The Wrap
¿Es el miedo a la complejidad el motivo por el que, en última instancia, muchas películas basadas en la fe tratan los sentimientos como la solución obvia? Incluso la canción son una serie de preguntas sobre el momento esperado, aunque con un tono con fuerza de himno.
Rolling Stone
Esta película de fe comete los mismos errores de varias de su género: la pretensión abrupta de evangelización, el mundo satanizado, los personajes cuadriculados y abstraídos de la realidad, las malas actuaciones y los diálogos predecibles.
The A.V. Club
Es una idea interesante, ejecutada con un entendimiento reductivo de que lo que constituye el arte va unido a la idea igualmente reductiva que tiene la película sobre lo que constituye el entretenimiento. 'I Can Only Imagine' hace intentos rápidos de contextualizar cada éxito de la canción.
The Hollywood Reporter
La película, dirigida laboriosamente por los hermanos Erwin, no se corta en sus momentos de obviedad emocional. Aun así, se coarta al mostrar la extensión de los abusos del padre. Aunque Bart habla de que fue un niño abusado, el único momento de violencia involucra a Arthur pegándole con un plato cuando está atando a un joven. Básicamente, la película debilita su propio mensaje al ser evasiva.