
En otras manos habría sido un telefilm
Sin spoilers
Jaume Collet-Serra del que aún me faltan por ver sus supuestos peores trabajos (Gol 2 y La casa de cera) es un director español que no me deja de sorprender y más aún con la trilogía Neeson que se ha marcado en estos años como buenos thrillers más la estupenda e intensa La huérfana. Esta vez abandona (solo por esta vez) a Liam Neeson y coge a Blake Lively para hacer un thriller de supervivencia intenso y trepidante. Posiblemente la mejor película de tiburones desde la primera de Tiburón de Steven Spielberg. Es cierto que la premisa es simple y su potencial no da para mucho pero lo explota lo suficiente como para mantenerte en vilo y de la manera más coherente y realista durante 80 minutos que se pasan volando gracias a la dirección, ritmo, fotografía y sobretodo banda sonora que por una vez Marco Beltrami logra tensión en las escenas que acompaña ya que suele ser un compositor muy apagado. El guión está bien planteado y no hay fallos garrafales más allá de que por mucha sangre que perdiese Lively, más motivada y decidida está a sobrevivir. Esta Gravity marítima logra convencer aunque no fascinar. No es una película con riesgos, tiene algo de relleno con secundarios que no aportan nada pero si aportan algunos a la profundidad de la propia implicación y vida de la protagonista. Está bien, cumple y sirve como cine de evasión y entretenimiento. Un blockbuster barato e interesante que en otras manos habría sido un absoluto desastre e incluso una aberración visual, cosa que aquí no ocurre.
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