Nada positivo.

He intentado encontrar algún aspecto positivo que poder decir, pero no ha sido posible. "Inside" abrió Sitges el año pasado y ha tardado bastante tiempo en llegar a las salas. Casi un año en aparecer al público. La película se estrena entonces en unas fechas bastante malas para este tipo de películas.

Principalmente, la película peca de excesiva confianza. Los actores están horribles todos. El guion les han hecho parecer idiotas ante unas situaciones y decisiones que si hubiesen solucionado por una vía rápida habrían parecido un poco más listos. A Rachel Nichols este papel se le viene muy grande.

Una pobre dirección se junta con un guion muy flojo. No he podido evitar encontrar algún que otro gazapo en la película. El montaje y los efectos de sonido son quizás lo más destacado.

No merece la pena ir al cine para ver ésto. Es mejor esperar a que alguna cadena de televisión se digne a ponerla.