Depende de tus expectativas.

Si hay que comentar algo bueno de la película en sí, es la idea en la que se basa. Es un argumento muy potente para cualquier película de terror y no hace falta contar con un reparto excelente para ponerlo en pie y que funcione. La psicología que se deja ver en algunos momentos del filme te obliga a empatizar con la situación y a veces, a lo largo del desarrollo, hace que te plantees si realmente te lo estás empezando a creer.

Sin embargo, los últimos minutos de la película se adentran en un terreno pantanoso, ya reciclado por muchas películas de terror y bastante peligroso a la hora de ganarse al público. En mi opinión, aquí pierde mucho la producción de este filme, con momentos a lo Bruja de Blair y Paranormal Activity que dejan mucho que desear en relación al resto de la película.

Pero esta que escribe es una fan empedernida de la famosa saga Saw, y acudió a la taquilla deseosa de ver las pinceladas de genialidad que habían impregnado esas 7 películas anteriores. Pensé que al estar dirigida por el mismo director, guionista y productor de éstas, compartirían la parte buena. Y salí del cine con una sensación muy extraña. No es que sea buena, o sea mala; es que depende mucho de tus expectativas.