Interesante película de bajas pretensiones.

Película sin pretensiones que se deja ver. Tiene algunos tópicos pero la relación entre François Cluzet y Omar Sy parece tan sincera que el resto poco importa. Aquí lo divertido es divertirse, ¿no? xD pues eso lo consigue y de una manera correcta sin denotar sensacionalismos ni chabacanerías. Ciertas escenas quizás rozan lo ridículo, pero no lo suficiente como para ser fusilada ya que escenas como la de la ópera hunden todo rastro de la comedia moderna tan conervadora. Dejando de lado el ya hastiado mensaje moralista sobre que los hombres minusválidos también pueden ser felices, la película primordialmente cumple en entretener. ¿Obra maestra o "superprofunda"? no la veo ni con mis gafas 3D y tampoco creo que Nakache o Toledano lo buscaran. Sin embargo, cumple sin sorprender.