Apocalipsis con suspense

Durante estos últimos años, han llegado a la cartelera un curioso tipo de thrillers hechos con mimo y con un especial cuidado por la imagen, en los que no hace falta un presupuesto desorbitado para hacer gala de una imaginación absorbente. Este es el caso de Llega de noche.

La película nos traslada a una cabaña en el bosque, en la que convive un matrimonio con su hijo adolescente. Sin embargo, viven con miedo, pues una extraña enfermedad aguarda en el exterior, y los peligros no dejarán de llegar hasta la puerta de su hogar.

Vivimos en una época en la que parecemos acostumbrados a videojuegos de culto sobre apocalipsis varios, pero el cine moderno suele empeñarse en mostrar la parte más facilona y truculenta de este sub-género. Ha hecho falta que llegara Trey Edward Shults junto a un puñado de intérpretes para cambiar nuestra perspectiva. Y, es que, si analizamos el film, no encontraremos una historia perfectamente perfilada, ni grandes explicaciones sobre lo que está ocurriendo. El desconocimiento y la tensión son la base de su guion, así que nos conformamos con ello. Demasiadas pistas quizá mataran la magia. Se trata de hora y media de ritmo irregular, con situaciones mejor construidas que otras, pero el conjunto tiene miga, y las dudas que nos plantea la cinta son disfrutables. La escasez de sustos de patio de colegio es también un punto a su favor, y una garantía de que, guste o no, esta vez veremos algo sensiblemente diferente.