Stone en estado puro

El asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy el 22 de noviembre de 1963 conmovió al mundo de brutal manera y se convirtió acto seguido en todo un cúmulo de teorías conspiracionistas y leyendas urbanas que tildaron a Lee Harvey Oswald, el presunto magnicida, de cabeza de turco en toda una red de mentiras en la que participó el propio gobierno para acabar con la vida de su presidente.

Oliver Stone, director ya consagrado gracias a obras como 'Platoon' (1986), 'Wall Street' (1987) o 'Nacido el 4 de julio' (1988), removió la polémica que envolvió la trágica muerte de uno de los presidentes estadounidenses más carismáticos con un film sobre la ardua investigación llevada a cabo por el fiscal de Nueva Orleans, un Kevin Costner en un glorioso papel de hombre luchador que antepondrá sus principios ante todo.

Respaldado por un séquito de secundarios de lujo entre los que nos encontramos a Gary Oldman, Kevin Bacon, Tommy Lee Jones, Sissy Spacek, Walter Matthau, Jack Lemmon, Donald Sutherland y Laurie Metcalf (además de la voz en off de un Martin Sheen haciendo las veces de narrador), el film supone un tour de force interpretativo que pasa a formar parte de los anales del cine desde el momento del estreno, llegando a ser el mismo el que llegó a destapar una teoría tan incómoda que incluso planteó el volver a abrir un caso cuyos documentos archivados de forma secreta serán abiertos el año 2029, por lo que puede que aún tengamos que esperar un poco más para llegar a descubrir una verdad que la ficción a intentado explicarnos en esta especie de documental ficción. Rodado de manera soberbia y magistral, Stone da muestra de la clara ambición a la que sucumbió durante el rodaje de la película, plasmando así la "Teoría de la bala única", una hipótesis introducida por la Comisión Warren para explicar cómo los tres (supuestos) disparos realizados por Oswald produjeron el asesinato de JFK, y según la cual otra bala habría ocasionado diversas heridas tanto del presidente como en el gobernador.

Obra maestra donde las haya cuyo excesivo metraje no resta al resultado de un film tildado de pretencioso que acaba siendo una de las mayores críticas al sistema norteamericano donde las haya. Stone en estado puro.