Mr. Bean madura

Ya se sabe que Rowan Atkinson tiene un estilo muy suyo a la hora de hacer humor, y es que cuando vas a ver una película de las suyas tienes que ir de sobresabido.

A quien le gusta ese peculiar humor disfrutará como un chiquillo y a quien no, por su parte, le parecerá una chorrada sin pies ni cabeza.

La verdad es que yo estoy en un punto medio, ni me apasiona ni lo pongo por los suelos.

Pero lo bueno de esta película es que también está enfocada a un público al que no le guste tanto el humor de golpes y demás, ya que sabe entremezclar la parte absurda con una investigación policial al más estilo 007.

Así es como empieza la nueva película del peculiar agente, con un Johnny English más maduro que se está entrenando en el Tíbet y al que le llaman para una nueva misión del MI7 en la que tendrá que enmendar sus errores del pasado.

A partir de entonces English iniciará una investigación para descubrir que se está planeando a sus espaldas.

Como era de esperar Johnny English nos hará soltar más de una risa con sus locuras y chorradas, pero, que, como ya he dicho, en esta película están perfectamente compensadas con escenas más típicas del cine de acción.

Y tirando también en, algunas ocasiones, por un tipo de humor diferente al que solemos ver en Atkinson.

Eso hace que veamos en esta película a un personaje más maduro pero sin dejar de lado sus gracias que siempre nos hacen reir.

Además, la película también cuenta con un buena reparto que le da un toque distinto a la película.

Y, se nota que los guionista se lo han currado a pesar de ser un tipo de películas que no tienen mucha trama, pero esta tiene una historia bien hilvanada mezclada con las bromas.

Como no, el agente tiene a su lado a una chica que se enamora de él, el problema está en que no pegan ni con cola, ya que ésta es demasiado seria para el personaje principal.

Y bueno, la película consigue divertir como cabía esperar y supera las expectativas.