Cómica y gamberra aunque derrapa al final

'Joy Ride' es, probablemente, lo que se le pide al cine actual: ser rompedor. Un cuarteto de protagonistas femenino, asiáticas y realista (no todas saben chino ni tienen la misma inmersión en la cultura china) que viajan hasta el país asiático a buscar a la madre biológica de una de ellas.

Este tagline ya descarta la distribución del filme en medio mundo (recordemos que con 'Crazy Rich Asians' ni se atrevieron por lo mismo) pero al menos no estamos ante una película de cuotas como acostumbramos a ver en el Hollywood actual. La química entre las protagonistas está ahí, destacando especialmente a Ashley Park -siempre maravillosa- y a Sherry Cola, que parece reivindicarse como la próxima actriz asiática a tener en cuenta.

A partir de ahí estamos ante lo que los americanos llaman "comedia R" o para mayores de 18 años. Hay mucha broma sexual, muchas barbaridades y, por qué no decirlo, mucho feminismo. También incluye su ronda de crítica velada y no tan velada. Al racismo asiático, por ejemplo. Que es un melón que no suele abrirse en el cine pero que está ahí y es más real de lo que parece.

¿Es divertida? Bueno, tiene sus gags, pero tampoco es la típica película de reír a carcajada todo el rato sino para disfrutar de cuatro protagonistas que son graciosas en situaciones graciosas.

Tal vez por eso no se entiende cómo en la última media hora la película da un giro hacia lo de siempre y lo predecible. La típica moralina, enfado de los protagonistas para luego perdonarse. Es como si estuvieses viendo una película completamente distinta. Al final el viaje tiene más cosas positivas que negativas que pesan en la totalidad, pero es una lástima que se atrevan a hacer algo así para destrozarlo al final en los últimos minutos.