
Luchadora de sueños
Sin spoilers
Sigo a David O. Russell desde que me maravilló con El lado bueno de las cosas donde me hizo descubrir la mejor faceta de Jennifer Lawrence como actriz y que ha seguido demostrando con el paso de las películas que es una gran actriz e incluso me atrevería a decir la mejor o de las mejores de su generación. Esta vez podría decir que O. Russell ha ido a lo seguro, a lo fácil y ha ido bajando en picado desde que sorprendiera con Silver Linings hasta esa pequeña decepción aunque estupenda de ver en lo visual y en los diálogos entre grandes actores en American Hustle hasta reducirse a una película mucho más pequeña que se sostiene por la labor polifacética de Lawrence, una actriz que sostiene ella solita la película ya que el ritmo dentro de lo que cabe no es muy agradable y la historia quizás no daba para tanto pese a ser un biopic. Aunque la película explora pocas localizaciones y es más íntima a medida que pasan los minutos gracias a la aparición algo tardía en la cinta de Bradley Cooper que es donde los sueños empiezan a florecer y la química a palparse. Como secundario lo borda y son los minutos de ambos juntos donde la película gana fuerza para bajar hacia un montaje del último acto realmente confuso y desacertado. La selección musical también es acertada al igual de algunos momentos donde la sorpresa y la emoción están a flor de piel. No es una gran película y probablemente sea la peor de O. Russell pero no la peor de Lawrence y Cooper que para eso ya está Serena de Bier pero si es cierto que la película ha ganado y ha sido nominada a lo que merece, mejor actriz porque en lo que a guión se refiere no pasa de ser un drama con una pizca casi inexistente de comedia donde la búsqueda de sueños y la faceta luchadora de un personaje femenino se muestran de manera interesante.
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