'Kiki' somos todos

No me gustan las 'Carminas' y me acerqué a 'Kiki' más por el buzz que se había generado entre el público que por mis propias ganas de verla. Quizá porque no esperaba absolutamente nada de ella, me he encontrado con una sorprendente comedia que, de una forma directa o indirecta, habla de todos nosotros.

Mejor o peor, más o menos, todos follamos y, por ello, el sexo es un tema universal que toca a todo el mundo. En 'Kiki', Paco León habla de ello y del amor como pocas veces se ha hecho en el cine: sincera, divertida, cercana y humana, muy humana. Las carcajadas están aseguradas (una sala atestada de gente dio fe de ello) y los comentarios posteriores sobre las tramas inevitables.

Además, 'Kiki' cuenta con un reparto extraordinario, a destacar, Belén Cuesta, siempre estupenda; Candela Peña y Luis Callejo, divertidísimos (sobre todo, la primera pero perfecto él como contrapunto); y Alexandra Jiménez y David Mora, la gran sorpresa de la película, cuyas escenas, para mi gusto, son las mejores de la cinta.

Paco León firma una tercera película soberbia, que vería una y otra vez. Aún no puedo sacarme de la cabeza la escena final: de los mejores cierres que he visto últimamente en el cine.