La peli de monstruos que esperaba de pequeño

Puede que no se cumpla a rajatabla lo que pedía desde pequeñito (quería peli de monstruos peleándose en ciudad pero causando estragos en los humanos y a plena luz del día) pero sí solicitaba un espectáculo trepidante y bien rodado de peleas de monstruos cuanto menos inesperados y gigantes a plena luz del día, cosa que no me dieron ni Pacific Rim ni Godzilla recientemente. Quizás la que más se acercó en ese terreno fue el King Kong de Peter Jackson aunque al tardar tanto en desarrollar la trama en su primera hora y durar tres horas a las que les sobra una hora inicial de metraje pues no era tan efectiva aunque la parte de la isla fuese fabulosa. Esta vez Jordan Vogt Roberts pasa de la intimista y minimalista Kings of Summer para pasar a una gigantesca cinta sin pretensiones y honesta en el guión ya que desarrollo de personajes hay poco, aunque tampoco es que haya mucho en las que he citado anteriormente. Quizás los únicos personajes que tienen algo de chicha sean John C. Reilly y un estupendo antagonista Samuel L.Jackson que logra uno de sus mejores papeles en cuanto a blockbuster de este siglo. Visualmente no pongo pegas porque su presupuesto lo han abarcado bien y estamos en 2017 por lo cual es normal que sea la mejor en cuanto a aspecto visual en este terreno. Es muy entretenida, trepidante y aunque tenga una temática manida y poco original partiendo de base como homenaje a Parque Jurásico, Depredador y Apocalypse Now, nos encontramos ante un divertido blockbuster que dejará boquiabiertos a los fans del cine de acción que explota su calificación pg-13 de manera terrorífica. Una aventura clásica quizás con un par de cortes un tanto extraños pero que va al grano, emociona y divierte. Me dio todo lo que pedía pese a que pudiera haber sacado más partido de unos personajes de cartón piedra. Espero con ganas lo que promete la escena post-créditos.