Brujería de vanguardia

AVISO A NAVEGANTES: Si eres de los que piensan que el cine de terror se compone de subidas de volumen para provocar el pertinente sobresalto y/o sangre y vísceras, es que no has entendido nada y probablemente no conozcas mucho del género más allá de lo mainstream, pero no seré yo quien diga qué debes ver.

Robert Eggers debuta por la puerta grande gracias a 'La Bruja', título que le hizo merecedor del premio a la Mejor Dirección en la edición de 2015 de Sundance (ninguna película de terror en la historia había sido premiada con tal galardón), algo que es claro indicador de cuáles serán los caminos que se escrutarán en este tenebroso cuento. La premisa es más que sencilla: en la Nueva Inglaterra del siglo XVII, una familia vive aislada a orillas de un bosque en el que habita una bruja.

Con una atmósfera opresora y una puesta en escena apabullante, Eggers consigue sumergir al espectador (al que vaya dispuesto a vivir la experiencia) en una pesadilla inspirada en escritos reales de la época y en la que la joven Anya Taylor-Joy se erige como talento a tener en cuenta.

Terror de arte y ensayo no apto para todos los públicos que ha dividido la opinión de sus espectadores (la de la crítica, no tanto), cosa que para el cine de género siempre es buena señal.