
Descarrilar
Sin spoilers
Tan solo un año después de su publicación, 'La chica del tren' llega a la cartelera dispuesta, esencialmente, a repetir la jugada que en 2014 convirtió a 'Perdida' en uno de los thrillers más potentes y estimulantes de las últimas temporadas. Y la comparación no es en absoluto gratuita, ya que ambas propuestas comparten relatos fracturados, optando por una narración fragmentada en tres voces, una desaparición como misterio central, giros constantes y una reflexión sobre la compleja psicología femenina y masculina. Pero, donde la película de David Fincher triunfaba a base de elegancia visual, pulso narrativo y ritmo de primer nivel, por señalar tres de sus múltiples virtudes, 'La chica del tren' descarrila, perdón por el chiste fácil, con todo el equipo a cuestas. Comenzando por su director, un Tate Taylor muy alejado del estado de forma que mostró en sus dos últimas y estupendas películas, 'Criadas y señoras' y 'I feel good', y que muestra en esta ocasión una falta de interés absoluta a la hora de transmitir algo de vida a una historia contada desde la rutina y el automatismo.
Críticas de los usuarios