La dignidad de hacer esta película.

Una película que muestra la realidad que actualmente tenemos. Con muchas metáforas y sentidos ocultos, Álex de la Iglesia nos compone una crítica de todos los aspectos de más absoluta actualidad, sin dejar títere con cabeza. Nos pone en evidencia si prima más la dignidad o los valores morales por encima del dinero, de la cultura, de la fama o incluso de la propia vida.

Con un José Mota inmovilizado, al mismo tiempo que paraliza al humor que normalmente le representa, nos presenta a un personaje entre la vida y la muerte víctima de un accidente, que se ve obligado a elegir entre su propia dignidad y la satisfacción material con el que dar a su familia un porvenir. Su mujer, interpretada por una entregada Salma Hayek, representando la moral más intachable y la fortaleza de mantener la dignidad de su familia, se tendrá que enfrentar a todos aquellos que intentan que el protagonista caiga en la tentación del dinero, tal y como le propone un exultante Fernando Tejero. Varios personajes más se involucran en la trama, haciendo que se replanteen en su cabeza que está por delante si la vida de una persona o su interés personal.

Con una puesta en escena dinámica y una fotografía cuidada, Álex de la Iglesia nos hace reflexionar muchas cosas en esta película.

Recomendable, muy recomendable, para mirar en la horma de nuestro zapato y ver si todavía la conservamos.