La gran doctora de Brest
Sin spoilers
La película no marcará ninguna tendencia en cuanto a su realización, con un estilo tradicionalmente francés, pero expresa de manera bastante fidedigna el precio y el sacrificio a pagar por la lucha por la verdad de una profesional ética, con principios y valiente. Así como su recompensa. La película no está realizada de una manera brillante pero contiene otros valores muy positivos, que son retratados de una forma realmente precisa.
Crítica eCartelera
'La doctora de Brest': Compromiso puramente social
Críticas de los usuarios
Helios
La película no marcará ninguna tendencia en cuanto a su realización, con un estilo tradicionalmente francés, pero expresa de manera bastante fidedigna el precio y el sacrificio a pagar por la lucha por la verdad de una profesional ética, con principios y valiente. Así como su recompensa. La película no está realizada de una manera brillante pero ...Leer más
Críticas de los medios
The Hollywood Reporter
Absolutamente absorbente hasta el final, este escaparate de la piel de Bercot con grandes modelos y narraciones intelectualmente rigurosas puede ser lo mejor que haya hecho hasta ahora.
Variety
La película cuenta con la irresistible, atractiva y mágica premisa de la mujer contra el sistema. Muchos espectadores no saben quién es Frachon, pero sí han visto 'Erin Brockovich' o 'Silkwood'. Entonces sabrán apostar por ella.
Cinemanía
La facultativa de guardia es una Sidse Babett Knudsen en plenitud de facultades (...) El filme queda más cerca de Silkwood que de Erin Brockovich. Por evitar las soluciones fáciles.
Fotogramas
Si esta película resulta por momentos tan absorbente es ni más ni menos que por ese limitado pudor a la hora de manejar casi cualquier recurso dramático o audiovisual a su alcance (...) 'La doctora de Brest' te emociona quieras o no, aunque tengas el alma de corcho; te espabila (y te conciencia).
El País
La superlativa Sidse Babett Knudsen es alma, luz y. sobre todo, nervio de una película que sueña en Loach.
El Mundo
Cine social que quiere acercarse a la pureza del melodrama sin renunciar al caos vivificante de la comedia. El problema es que la directora limita todo el arsenal narrativo al simple alboroto.