"Sé que mi evolución os hiere, seguid rabiando."

Me he equivocado de título. Debería haber puesto: "Aquí todos somos John Rambo pero no pasa n'a" o enunciar una referencia acerca del dilema moral que afronta una mujer débil abrasada por el dolor, pero bueno, a partir de esta película caben varias interpretaciones así como conclusiones posibles y no se pueden enunciar todas en el título.

La película se divide en dos partes, fundamentalmente, la que está antes de la 'transformación' de la protagonista y la que va después.

En la primera vemos a una mujer, Erica Bain asolada por el dolor, pero dispuesta, a pesar de la corrosiva tristeza que posee a impartir su particular justicia, o al menos existe esa voluntad, que como tal es planteada. No sé demonios cómo, esa vulnerable mujer que comete un millón de fallos que figuran en el libro de las prohibiciones de un buen asesino, no es pillada, a pesar de sacarse su arma y esparcir sesos de varios maleantes desgraciados por sitios tan discretos como un vagón de metro, por ejemplo. Cuando la industria cinematográfica americana no se cansa en su empeño de mostrar de que hasta el asesino más cuidadoso comete algún error, por más mínimo e insignificante que parezca, que no le hará evitar los correosos tentáculos de la perfecta justicia estadounidense. Pero aquí, ¡tócate los huevos! es como si llego yo y me pongo a pegar tiros en el bulevar más cercano y si luego me quedo quieto y no me pongo a hacer gilipollas (como nuestra querida y admirada Erica) me voy de rositas.

Bien, pero vale, me la suda, la película se presenta como algo interesante y entretiene mogollón, yo solo lo comento, pero mi 8 está bien justificado, ¡me ha entretenido mogollón! y ha conseguido ganarme con ese aroma de 'buena película' que desprende.

Pero lo que no me encaja es que de repente, esa mujer tan débil y vulnerable, que parece que está a punto de derrumbarse en cualquier momento, de quebrarse, de partirse su floja consistencia psicológica ante el terrible quebranto interior que padece y que parece que la va matando poco a poco por momentos, - es lo que se nos muestra, al fin y al cabo - saque como fuerzas de flaqueza y que dé un rumbo espectacular a su conducta y a su forma de ser, sufriendo como una especie de evolución estratosférica, metamorfosis que parece fruto de fuerzas sobrenaturales hasta convertirse en una personalidad imponente. Porque otra explicación no se me ocurre. Eso es lo que más me flipa, es que no es real, ¡no puede ser así!, no hay precedente alguno para que esto pueda volverse de este modo, ni para que los espectadores aceptemos algo similar, a pesar de los asesinatos cometidos y de la potra que ha tenido para que no la pillasen, sigue siendo alguien con unas carencias de autoestima y fortaleza interior vitales que se vuelve así, ¡ale!, por arte de magia. Paren, que yo también me quiero subir al carro. ----(Sin embargo cumple con su función a las mil maravillas; ¡entretiene que te cagas!)-----

No, es que yo seré muy bruto y no pillaré el sutil desarrollo, ese progreso tan existencialista y tan poco externo...

spoiler

Y luego el final me ha jodido, muy blandito para lo que es la película. Va el tío (el poli) y no la detiene y ni la mata.

Cuando lo que debería de haber hecho es presentarse ahí y meterle dos balazos a Jodie, así, de que pam. Admito la introducción de algunos motivos si se cree adecuado para apaciguar a un sector del público, pero vamos, eso para mí sería lo ideal. No porque me parezca mal lo que estuviera haciendo Erica, sino porque así le cascaría a la película un 10, joder, sería un giro cojonudo y sorprendente, no me digáis que no, lejos de cualquier convencionalismo.