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Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma
1999
6,1
Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma

Curiosidades de 'Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma'

Durante los días de rodaje de las escenas de Tatooine una tormenta de arena destruyó parte del decorado que se había construido en el desierto tunecino. George Lucas lo interpretó como un signo de buena suerte ya que ocurrió lo mismo durante el rodaje del exitoso episodio IV, 'Una nueva esperanza'.

Los monstruos submarinos que se escuchan en la ciudad gungan al principio del film, surgieron del llanto de la hija de uno de los técnicos. Su padre la grabó mientras lloraba para después modificar digitalmente el sonido.

Durante el rodaje de la película, Ewan McGregor jugaba a hacer el sonido de los sables láser, algo que después tuvo que eliminarse en postproducción.

George Lucas planteó la trama principal del film a partir de uno de los primeros borradores de 'Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza' que escribiera en 1975.

Una vez caracterizadas Natalie Portman y Keira Knightley se parecían tanto que la hasta la madre de Knightley tuvo problemas para distinguirlas cuando visitó el rodaje.

Los decorados se construyeron según la altura de los personajes mientras que el resto se generaba por ordenador. Liam Neeson es tan alto que supuso un coste extra de 150.000 dólares en construcción del set.

En un principio Benicio Del Toro iba a interpretar a Darth Maul pero rechazó el papel cuando George Lucas decidió eliminar la mayor parte del dialogo del personaje.

George Lucas retó a los espectadores a encontrar las dos escenas rodadas digitalmente en lugar de en película de 35mm.

El comunicador que utiliza Qui-Gon Jinn en una de las escenas que se desarrollan en Tatooine es en realidad una cuchilla de afeitar femenina.

La película se envió a los cines bajo el título 'La casa de muñecas' para evitar que fuese pirateada.

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