Curiosidades de 'Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones'
Como Ewan McGregor hizo en 'Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma', Hayden Christensen también disfrutaba haciendo el sonido de los sables laser, hasta que Gorge Lucas le dijo que probablemente había alguien en postproducción capaz de hacerlo mejor.
El año en que se estrenó ''Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones'' coincidió con el 25 aniversario del estreno de 'Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza'.
''Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones'' es la única película de la saga que no fue la más taquillera del año en que se estrenó.
La última escena en la que Padmé y Anakin contemplan el lago en Naboo junto con R2-D2 y C-3PO, es un guiño al final de 'Star Wars: Episodio V - El imperio contraataca' en el que Luke, Leia y los dos droides contemplan el espacio desde la nave.
Christopher Lee, a sus 78 años de edad, no realizó todas las escenas de pelea pero la mayoría del trabajo con la espada láser es suyo. Sólo en ciertos momentos se utilizó un doble cuya cara fue sustituida digitalmente por la de Lee.
Debido al rechazo que provocó Jar-Jar Binks, el personaje más odiado de 'Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma', el título de ''Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones'' durante su rodaje fue 'La gran aventura de Jar-Jar'.
En ''Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones'' vemos por primera vez a Yoda empuñando su sable laser. En los episodios IV, V y VI la marioneta que se utilizaba en el rodaje no podía agarrar el sable de manera realista.
Hayden Christensen fue el único actor de la saga que no pudo escoger el diseño de su sable láser. Había sido una tradición, pero Christensen tuvo que conformarse con usar un sable con un diseño muy parecido a aquel que Obi-Wan entrega a Luke en 'Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza'.
Hayden Christensen y Natalie Portman interpretan a los padres de Mark Hamill y Carrie Fisher. Christensen y Hamill comparten ascendencia sueca mientras que Portman y Fisher cuentan con antepasados judíos.
Hayden Christensen asegura que se lo pasó genial rodando la escena del bar porque se grabó en un escenario real y no con pantallas azules.