Para los nostálgicos y nada más

Iba con muchas esperanzas de ver algo sorprendente, que realmente volviera a despertar el interés por una de las sagas más míticas de la historia del cine. Pero me he encontrado con un producto muy palomitero que solo sabe tirar de nostalgia para contentar a los fans más acérrimos.

Los personajes nuevos deben apoyarse en otros personajes clásicos de la saga para resultar interesantes, porque por sí solos no lo son en absoluto. Las cartas se nos muestran demasiado pronto, también para acrecentar ese interés por la historia y por unos personajes que por sí solos no se podrían sostener.

La mano de Disney, además, se nota en exceso. El primer tramo de la película no pasa de ser una obra que recuerda más a cualquier producción random de super héroes que a esta mítica saga, con chistes y chascarrillos sin gracia en lapsos de como máximo dos minutos. Esto se irá repetiendo a lo largo de toda la cinta, por supuesto, y no se sabe aprovechar del todo el carisma que sí que presentan algunos de esos personajes que regresan (y que de no ser por ellos, madre mía).

Se hace larga y pesada, porque además los giros de guion están muy mal estructurados. Las sorpresas te las sueltan de sopetón casi nada más comenzar, y a partir de ese momento solo asistiremos a algunos golpes nostálgicos sin más. Si nos ponemos en la piel de alguien que no haya visto ninguna de las películas antiguas (que los habrá) nos encontramos con un resultado regulero lo miremos por donde lo miremos.

Aún así es una producción entretenida, yo me lo pasé bien en el cine (a pesar de que se hace excesivamente larga), que cumple su cometido y de la que se van a poder extraer sin problemas las otras dos entregas y sus cientos de spin offs de los que acabaremos hartos en los próximos años.