De vuelta a la galaxia

No viví la primera fiebre de Star Wars. Es más, aunque si viví la segunda no soy capaz de recordar demasiado sobre ella, más allá de ir al cine a ver la tercera parte, allá por el año 2005. Sin embargo, siempre me ha gustado esta saga, y yo, al igual que lo hicieron mis padres o mis primos mayores, quería vivir mi propia fiebre.

La expectación que me creó ?El despertar de la fuerza? fue enorme, y por ello me daba miedo ir al cine y que me decepcionara. Para nada fue así. Mientras veía la película me sentía realmente como un niño pequeño. Me emocionó en todo momento, me hizo reir y entristecerme, pero lo mejor de todo, me hizo disfrutar. Cierto es que el parecido al episodio IV es más que obvio, pero el uso que hace de la nostalgia, combinado con nuevos personajes y situaciones hace que nos olvidemos de todo esto.

Para mí se ha convertido en, si no la mejor, una de las mejores películas de la saga, y un ejemplo de cómo traer a la vuelta una franquicia sin destrozarla. Me da miedo la estrategia de Disney de publicar una película al año pero, como no podría ser de otra manera, estoy deseando que se estrene cada una de ellas, para poder disfrutarlas y seguir soñando con los sables de luz, los Ala X y los poderes de la fuerza.