Yo también he sentido La Fuerza

Nunca he sido un fan de 'Star Wars'. Sin embargo, tras el hype que arrastraba la nueva entrega, decidí hacerme un maratón para poder ver la nueva. Las seis primeras cintas me entretuvieron sin hacerme perder la cabeza y, con esa sensación, me senté ayer en la butaca de unos cines IMAX de Madrid. Y flipé, esta vez sí, con lo que me encontré. 'El despertar de la fuerza' es una obra maestra absoluta en todos los sentidos: la forma en que te hace vibrar y emocionarte hacía mucho tiempo que no lo conseguía ninguna película (y lo digo yo, no quiero imaginar cómo se debieron sentir los fans).

Los nuevos personajes me convencen mucho más que los anteriores (lo siento, la chulería de Han Solo me sobrepasa bastante): Rey es una heroína fantástica que te enamora desde el primer momento, Poe Dameron es adrenalina hecha hombre; Finn, con su debate interno y su vis cómica (ésta sí, muy acertada, más contenida) me convencieron desde el primer momento; y, Kylo Ren, un villano de bandera con un Adam Driver fantástico (como siempre).

Los giros en la trama me dejaron boquiabierto (aunque alguno dirá que eran predecibles) y es que en esta séptima entrega pasan más cosas que en las seis anteriores. ¡Qué manera de pisar el acelerador y contar cosas y más cosas y avanzar en la trama de los personajes (incluso se permiten el lujo de hacer ESO con ESE personaje).

'El despertar de la fuerza' es pura magia. Sólo se puede dar las gracias a J.J. Abrams por existir.