Para una nueva generación de aficionados

Pensar en Star Wars Episodio VII es pensar en una de los proyectos más complejos de afrontar en la actualidad. El fenómeno fan por excelencia siempre va a tener millones de ojos críticos analizando con dureza cada paso que se de en la franquicia, y eso convierte en algo complicado cualquier movimiento que se lleve a cabo. Talmente parece que con el Episodio VII hay opiniones polarizadas entre el negro más oscuro y el blanco más permisivo, pero yo me he quedado a medio camino entre las dos.

El regreso de Star Wars es un regreso a esa faceta más focalizada en la acción, el lore de la franquicia se dibuja vagamente en esa película, y queda plagado de huecos a rellenar. Pensando en lo que la película es, y no lo que podría o debería haber sido, encuentro pasajes donde se recupera el espíritu clásico de ?Star Wars? junto a otros momentos de vergüenza ajena. Pero de lo que no tengo dudas es de que esta película es una película de inicio, de apertura de trilogía, que piensa en todos y cada uno de sus momentos exclusivamente en eso: se molesta por presentar a unos nuevos aventureros, por dibujar los protagonistas de un nuevo tiempo para la saga galáctica, y en ese empeño sí acierta. Rey es una protagonista digna de la franquicia, y Kylo un villano más que interesante.

En conclusión, y pese a sus errores, Star Wars Episodio VII cumple y sienta una buena base para futuros capítulos. Yo soy de la generación de los Episodios I, II y III? Pienso en la generación de niños y adolescentes que tienen su primer contacto con esta película, y miro mi primer contacto en cines con la franquicia, y siento verdadera envidia.