Le falta algo para terminar de emocionar
Sin spoilers
Resulta complicado imaginarse a dos grandes tiburones de la interpretación como Michael Fassbender y Alicia Vikander sin que devoren el encuadre. Sobre todo si cuentan con la ayuda de una tercera en discordia no menos brillante llamada Rachel Weisz. No obstante, y aunque los actores se acercan poderosamente a confeccionar un relato cargado de fuerza y emoción, 'La luz entre los óceanos' no termina de despegar tal y como a más de un espectador le hubiese gustado.
¿El motivo? Tal vez lo encontremos en una trama que se torna manipuladora y acartonada. En otras palabras, la cinta presenta un guión y unos giros argumentales más propios de cualquier telefilm que de un avasallador drama de época. Asistimos al declive de una pareja y al duro debate moral que esconde pero el fuego y el dolor no termina de contagiarnos. Y está claro que esta cuestión no es consecuencia de un sabio y acertado trabajo actoral o de una puesta en escena cuidada e hipnótica. Los responsables se encuentran en el propio libreto: una serie de situaciones-cliché, la ausencia de agilidad narrativa o la falta de coherencia en ciertos desarrollos psicológicos terminan de restar luz a un retrato diseñado para tocar nuestra fibra sensible en cada paso que da.
Por otro lado, la continua mezcla de puntos de vista tampoco rema a favor de la historia. Uno tiene la sensación de que el cineasta ha querido confeccionar un discurso políticamente correcto aunque tenga que conducirnos por terrenos innecesarios que dificultan nuestra implicación o identificación con los personajes. En definitiva, nos encontramos ante una cinta con grandes interpretaciones pero limitado planteamiento argumental. Una pena.
Crítica eCartelera
'La luz entre los océanos': Egoísta sentimiento de culpa
Críticas de los usuarios
ctirano
Resulta complicado imaginarse a dos grandes tiburones de la interpretación como Michael Fassbender y Alicia Vikander sin que devoren el encuadre. Sobre todo si cuentan con la ayuda de una tercera en discordia no menos brillante llamada Rachel Weisz. No obstante, y aunque los actores se acercan poderosamente a confeccionar un relato cargado de fuerza y ...Leer más
pedrogjeje
Si tuviéramos mucha prisa, o muy mala idea, podríamos resumir así lo último de Derek Cianfrance. Este director nos ha dejado interesantes historias sobre el amor y la familia, como la intensa 'Blue Valentine' o la infravalorada 'Cruce de caminos', por eso cabía esperar mucho más de su nueva película, 'La luz entre los océanos', un sobrio melodrama ...Leer más
Críticas de los medios
Indiewire
Una oda en la gran pantalla a la belleza de la redención, contado con tal sinceridad que no puedes no perdonar sus defectos.
Variety
'The Light Between Oceans' termina tomando demasiados giros que pretenden ser serios. La película gana su oscuridad, pero podría haber sido aún más conmovedora si no se apartara de la luz.
The Playlist
Un encantador, pero irregular relato de amor, perdón y desgarrador. La película de Derek Cianfrance es conceptualmente sólida, y en ocasiones bellamente desgarradora. Pero la imagen lastimera a menudo se ve absorbida por el constante intento de la cinta de mostrarnos cómo de bonita es la vida y el amor.
The Wrap
Es una película enorme y a la antigua sobre el sacrificio, sobre la traición y la pérdida, y justo cuando el público está a punto de verse arremetido con una trágica resolución al estilo de Thomas Hardy, en su lugar, la cinta les da una más bien de Nicholas Sparks.
Chicago Sun-Times
Un dramón precioso pero lento, pesado, y al límite de la ridiculez.
The Hollywood Reporter
La película hace torpes equilibrios entre el prestigioso drama de época y la sensiblería descarada, está tan ocupada arrastrándonos en un remolino de música, paisajes, belleza, y caras en sufrimiento que se olvida de ganarse nuestras emociones.
Screen Daily
Conmovedora y frustrante en igual medida, 'The Light Between Oceans' aspira a ser un melodrama elegante, pero la inteligencia que Cianfrance y su competente elenco aportan termina abrumada por las manipulaciones emocionales de la historia.
Fotogramas
El carisma de los actores no puede sostener por completo una película que resulta demasiado impersonal, casi académica.
El Mundo
Todo lo que era descubrimiento y riesgo en aquella película de 2010 [Blue Valentine] se vuelve torpeza y grandilocuencia en ésta (...) La apuesta era convertir un argumento de folletín en algo, por veraz, simplemente brutal. Y no.