
Le falta algo para terminar de emocionar
Sin spoilers
Resulta complicado imaginarse a dos grandes tiburones de la interpretación como Michael Fassbender y Alicia Vikander sin que devoren el encuadre. Sobre todo si cuentan con la ayuda de una tercera en discordia no menos brillante llamada Rachel Weisz. No obstante, y aunque los actores se acercan poderosamente a confeccionar un relato cargado de fuerza y emoción, 'La luz entre los óceanos' no termina de despegar tal y como a más de un espectador le hubiese gustado.
¿El motivo? Tal vez lo encontremos en una trama que se torna manipuladora y acartonada. En otras palabras, la cinta presenta un guión y unos giros argumentales más propios de cualquier telefilm que de un avasallador drama de época. Asistimos al declive de una pareja y al duro debate moral que esconde pero el fuego y el dolor no termina de contagiarnos. Y está claro que esta cuestión no es consecuencia de un sabio y acertado trabajo actoral o de una puesta en escena cuidada e hipnótica. Los responsables se encuentran en el propio libreto: una serie de situaciones-cliché, la ausencia de agilidad narrativa o la falta de coherencia en ciertos desarrollos psicológicos terminan de restar luz a un retrato diseñado para tocar nuestra fibra sensible en cada paso que da.
Por otro lado, la continua mezcla de puntos de vista tampoco rema a favor de la historia. Uno tiene la sensación de que el cineasta ha querido confeccionar un discurso políticamente correcto aunque tenga que conducirnos por terrenos innecesarios que dificultan nuestra implicación o identificación con los personajes. En definitiva, nos encontramos ante una cinta con grandes interpretaciones pero limitado planteamiento argumental. Una pena.
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