Una buena idea llevada como el culo (negro) a la pantalla

Me imagino que todos los lectores de este blog sabréis que en el transcurso de este coronavírico verano, Chadwick Boseman nos dejó. El actor que alcanzó la fama por interpretar a Black Panther se fue con una filmografía bastante corta, pero nos dejó un último largometraje antes de irse.

Netflix estrenó este viernes La madre del Blues, el último filme de Boseman, en el que podemos encontrar a Viola Davis como co-protagonista.

La película trata sobre la fama, que posee Ma Rainey, el talento innato que posee Leeve y el ego que los dos comparten en una comunidad racista.

La película, intenta ser una especie de obra de teatro, repartiendo, no equitativamente, todo el metraje en dos lugares dentro del mismo edificio.

Yo, personalmente, no soy muy fan de blues, pero escucharlo no me molesta. Pensé que está película, al tratarse del tipo de música ya comentado, iba a estar repleta de canciones llenas de la pena y el sufrimiento que transmite el blues, pero me equivoqué, el primer error que voy a comentar, es la falta de música, y cuando esta aparece en el largometraje, suena como en un segundo plano.

Otro fallo de la película es el guion, esto es lo peor, y al serlo, hace que la trama sea... como decirlo... es que, como habéis podido leer, el resumen que he hecho de la película es breve porque realmente no se muy bien de que trata, no tiene un hilo argumental claro. El problema de esto, es que los diálogos usan palabras que consideramos "cultas" haciendo parecer que tiene algo de clase y que es bueno, pero realmente, si entiendes lo que dicen, no están diciendo nada. Parece raro y enrevesado, pero en resumen, lo que quiero decir es que los diálogos son horribles y no tienen ningún fin.

Para decir algo bueno de la película, quiero decir que lo que más me gustó de todo, es la idea. Partiendo de que la película es mala, la idea que se puede sacar es que el guionista intentaba transmitir lo que hay dentro de una canción de blues, ese sufrimiento, esa tristeza, ese dolor y esa esperanza que lo supera a todo y que al finalizar la canción va decayendo estrepitosamente. Pero, le salió el tiro por la culata.

El reparto. Bueno, que queréis que os diga, no actúa nadie mal, pero excepto Chadwick Boseman, al que se ve completamente enfermo por el cáncer de colon, y a Glynn Turman, un personaje secundario que realmente captó mi atención, los demás no brillan. El intento del director porque Viola Davis brille en pantalla en sus momentos de "explendor" del metraje son nulos al ver a Chadwick Boseman, que ahora, más que nunca, transmite el solo la esencia del blues.

Vuelvo con el guion. Quiero añadir a lo que había dicho que la película se hace larga porque estás esperando todo el rato un giro de guion que te deje estupefacto, y, que sobretodo, de un sentido a toda la película. Tengo que decir que los últimos ocho minutos si que están más o menos bien, pero por lo menos son entrentenidos, aunque no merecen la pena si para ello tienes que verte todo lo anterior.

Mi nota es un 2 de 10

Lo mejor: La idea de plasmar un tipo de música en una pantalla.

Lo peor: El horrible guion que hace que la película carezca de sentido y parezca interminable. El desastroso intento de que parezca una obra de teatro.