El origen del terror

Esta película es una obra maestra. Tras revisionarla en unas condiciones inigualables gracias a la gran edición en Blu-Ray que sacó A Contracorriente, solo puedo decir que es lo mejor que ha dado jamás el cine de terror slasher, y una de las tres mejores películas de terror de todos los tiempos. Más que terror, diría horror. Tobe Hooper y su dirección abrumadora no solo nos atrapa, sino que nos zarandea sin parar llegando al punto de ser desagradable y escalofriante su visionado. No por la sangre o por los sustos, sino por la frialdad y la naturalidad de la situación. Hay infinidad de detalles que hacen que una propuesta tan peculiar como esta, acabe resultando crudamente real. Leatherface es interpretado de una forma brutal por el ya difunto Gunnar Hansen, quien sin diálogo alguno y únicamente con gruñidos de cerdo y un tamaño descomunal, consigue acongojar al espectador. Su primera aparición, pasó a la historia:

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Fría y muy bestia. Al revisionarla, uno cae en que su reacción es la normal. Para él, todo lo que entra en esa casa es ganado, y solo sabe matarlos de una manera: a martillazo limpio. Pero, luego, tras su primera víctima, Hooper nos deja un plano impresionante que acompaña al televidente a entrar dentro de la casa con una de las scream queens que protagonizan. A partir de este momento todo empieza a ir cuesta abajo para los protagonistas y no hay vuelta atrás para el espectador. Tiene que ver como, uno a uno, van desapareciendo de la faz de la tierra. Ellos, tienen suerte, pues la única que se salva de ser desgarrada por una motosierra, amartillada por Leatherface o totalmente congelada, es la también ya difunda Marilyn Burns. Estoy seguro que lo pasó mal de verdad en muchas escenas del final de la película. No me imagino estar dentro de esa casa de los horrores rodeado de la familia tejana más escalofriante. Ahí, Hooper saca todo lo que tiene.

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Esos planos en primera persona, esa casa en tan mal estado, cada uno de los componentes de la familia y, sobre todo, esos primerísimos planos a la mirada de pánico que clava Burns, hacen de esta, la mejor escena de los casi 90 minutos de metraje. Su escena definitiva, es puro desconcierto (el baile de Leatherface, genial, y la reacción de Burns al salvarse, desesperante) y una muestra de que Hooper apuntó muy alto en su debut.

Tras 40 años, está más que claro que 'La Matanza de Texas' no ha sido solo un éxito, sino que es el ejemplo a seguir para cualquier persona que se inicie en el cine de terror y en el cine en general, ya sea como cineasta o como cinéfilo. Solo le achacaría simpleza en su historia y detalles que, hoy en día, son previsibles.