Testigo

Tras un complicado altercado en la oficina, Duval pierde su empleo como contable en una importante empresa. Debido a su edad (tiene más de 50 años) y a una profunda depresión que padece y que le lleva a la adicción al alcohol, Duval no logra encontrar empleo durante casi tres años. Sin embargo, todo parece ir a mejor cuando en el funeral de un ser querido, un antiguo conocido le propone trabajo en una misteriosa organización. Tendrá que transcribir llamadas telefónicas interceptadas, especialmente apuntar si alguna está relacionada con posibles ataques terroristas en el país. Sin querer pensar en si es ético o moral, Duval acepta desesperado. Pronto empieza a recuperar el equilibrio económico en su vida, y hasta se convierte en mentor de otros adictos al alcohol para ayudarles. Sin embargo, su trabajo empieza a sumergirle en una compleja trama política y en el oscuro mundo del espionaje y los servicios secretos. Ópera prima de Thomas Kruithof. Sección Rellumes en el 54º Festival Internacional de Cine de Gijón.