Bayona vuelve al cine de catástrofes con una película solvente

Diez años después de 'Lo imposible', JA Bayona regresa al cine de catástrofes con la recreación del accidente de aviación del Vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya de 1972. La historia es de sobra conocida y ya ha sido adaptada anteriormente a la gran pantalla ('Viven'), donde el principal atractivo está en cómo los supervivientes del accidente tuvieron que comerse a los muertos para sobrevivir.

Se nota el tiempo que ha pasado desde 'Lo imposible', y estamos ante un Bayona mucho más íntimo y detallista, realizando una narración entre lo emocional y lo espectacular de la tragedia. El gran problema de 'La sociedad de la nieve', que no tenía 'Lo imposible', es la historia en sí.

La realidad es la que es, y en este accidente la mayoría de los supervivientes son los jugadores de un equipo universitario uruguayo de rugby. Resumiendo, veinteañeros con menos carisma que una zapatilla y clónicos entre sí. No sólo es difícil empatizar con ellos, es que es difícil hasta distinguirlos entre sí.

Creo que el propio Bayona es consciente de las limitaciones y apuesta por una narración en la que transforma al grupo en un todo, entrando de lleno en el accidente y pasando muy por encima en las historias personales. Al final, 'La sociedad de la nieve' es un poco la lucha entre dos personajes, el ser humano versus la naturaleza.

El filme cuenta con una estética y fotografía imponente, cuidados efectos especiales y, aunque se hace un poco larga en algunos momentos, un guión solvente. Al final estamos ante una buena película, con interpretaciones trabajadas donde es la realidad la que limita un resultado con el que cuesta empatizar y a veces entrar.

En ese sentido, 'Lo imposible' ofrecía muchísimas más posibilidades a la hora de elegir personajes, trama y hacer una película en general mucho más redonda.