Un dolor superficial
Crítica de 'La verdad duele'
13 feb 2016
Sin spoilers
Drama basado en hechos reales protagonizado por Wil Smith, quien da vida al doctor Bennet Omalu, un neuropatólogo forense de origen nigeriano que descubrió la CTE «siglas en inglés» (encefalopatía traumática crónica), un síndrome que afectó a numerosos jugadores de fútbol americano y que la NFL intentó encubrir.
Dar vida a alguien que existe o existió en la vida real y que el personaje encima requiera marcarte un acento son a priori dos aspectos que puntúan con buena nota los académicos a la hora de conseguir una nominación al Oscar. Sin embargo, a Smith le han ignorado totalmente. Esto posiblemente ha sido debido a que su personaje no está lo bastante trabajado como para brillar con luz propia. La relación de Smith con los otros personajes carece de fuerza e interés y hace que los esfuerzos del actor acaben volviéndose redundantes. Todo está pensado para su lucimiento personal, pero lo que parecía a simple vista que iba a ser una interpretación que traspasaría la pantalla, pronto se apaga lentamente y acaba resultando increíblemente anodino.
La verdad duele es un golpe que no produce dolor. Una historia que carece de garra por culpa de un guión de Perter Landesman que no ha sido escrito con la suficiente profundidad que el tema requeria. Un film que apuesta por la corrección de todos sus aspectos y confía en una historia que no consigue tener gancho por sí misma, lo que en otros casos desembocaría en una película aburrida. Pero sorprentemente no se da el caso y aunque parezca increíble, el conjunto resulta lo suficiente ameno como para tener en vilo al espectador.
La película es un drama prescindible y superficial, que no emociona, torpe al entrar a fondo en el tema que expone y fallido en su intención, en el que la historia misma impide brillar a la esforzada actuación de Will Smith.
Crítica eCartelera
'La verdad duele': Una verdad incómoda
Críticas de los usuarios
erjosu9
No voy a explayarme mucho con esta crítica. Como fan de Will Smith, aunque ya no tanto porque desde After Earth no he pagado un duro por sus siguientes películas, he de decir que me siento decepcionado. Es una lástima que un actor como este donde ha sido capaz de hacerme pasarlo en grande con cintas como Bad Boys y Men In Black o conmoverme con En busca ...Leer más
angellg
Drama basado en hechos reales protagonizado por Wil Smith, quien da vida al doctor Bennet Omalu, un neuropatólogo forense de origen nigeriano que descubrió la CTE «siglas en inglés» (encefalopatía traumática crónica), un síndrome que afectó a numerosos jugadores de fútbol americano y que la NFL intentó encubrir.
Dar vida a alguien que existe ...Leer más
Críticas de los medios
The Hollywood Reporter
Esta película es de vital importancia en el descubrimiento de un peligro que se mantuvo oculto durante demasiado tiempo. Por fin, el secreto se ha destapado y Landesman y su estupendo elenco ayudaran a que la conversación no muera.
New York Post
Es formulista y predecible, ambientada con temas musicales tontos y espolvoreada con un diálogo artificial.
Rolling Stone
La película no aprieta cuando debería pero, por suerte, Smith - perfecto con el acento y el compromiso ante la noble causa de Omalu - te captura de principio a fin.
Cinemanía
De eso trata La verdad duele, de la valentía y el compromiso, y en digno propósito sale vencedora. A pesar de un Smith ampuloso y ubicuo.
Fotogramas
Una minuciosa y quijotesca crónica periodística, tan correcta como ya vista.
The A.V. Club
El Omalu de Smith resulta un personaje convincente, gracias en parte al apoyo de su mentor Cyril Wecht (Albert Brooks) y el ex médico del equipo Julian Bailes (Alec Baldwin). Pero 'La verdad duele' no enciende como lo hacen los mejores dramas.
Vulture
'La verdad duele' tiene un montón de cosas buenas, pero a menudo parece más interesada en ennoblecer que en dramatizar.
New York Times
Mientras 'La verdad duele' tiene algunas cosas buenas a su favor, en particular la parte científica y Will Smith, carece de la emoción y dedicación suficientes para estar a la altura del escandaloso tema que trata.