Regreso efectivo a Narnia

Tras el buen sabor de boca que dejó hace más de una década la primera entrega en términos generales hicieron bien en repetir con Adamson como director para deleitarnos con una buena secuela. Quizás poco sorprendente pero cumplidora con su cometido y bastante efectiva en lo que acción se refiere. Es cierto que es poco rica e interesante en cuanto a personajes aunque su estructura y diseño de producción y efectos visuales es magnífica. Se nota un aumento de presupuesto considerable y aunque es cierto que le sobra metraje en la parte inicial sobretodo donde parece más una película de la edad media que fantástica si logra ser una película más que interesante donde la desolación de Narnia abunda, las ruinas forman parte de la historia y si en la anterior la nieve arrasaba con todo, en esta ya no hay Narnia y Aslan aparece aún menos. Pero no hablemos de lo negativo. Es cierto que los telmarinos lucen bien pero no llegan al interés que desprende Tilda Swinton. Los personajes más pequeños tienen más protagonismo, el ritmo va a más, y gozamos de una sorpresa llamada Peter Dinklage. La banda sonora sigue sorprendiendo y haciendo que la película adopte más un tono más light del señor de los anillos. La película sigue manteniendo el cine épico y como entretenimiento está garantizando. Aunque aun así sigo pidiendo esa película donde Aslan sea el protagonista ya que su presencia siempre es crucial y asombrosa a la par que interesante y emocionante. Una secuela cumplidora que sin sorprender se guarda a un público en el bolsillo donde Disney hace sus pinitos, cosa que no hizo Fox en la tercera, causa y recogida de un presupuesto abultado en esta y que el público no respondiera con total contundencia como con la primera. Buena.