Psicoanálisis de la clase media española

El de 'Los de el túnel' es un caso particular que nos recuerda que en ocasiones las apariencias engañan. Hablamos de una película capaz de romper cualquier prejuicio o expectativa previa, por tanto conviene advertir que no se trata de otra producción de Atremesdia, merece una mirada distinta, su tono se encuentra más próximo al cine de Noah Baumbach y su inteligente construcción narrativa la diferencian de otros productos en apariencia similares. Sí, es una comedia que explota las consecuencias de una tragedia en base a determinados estereotipos, pero lo hace indagando de forma inmisericorde en la mediocridad y en la manera de autoengañarse de cada uno sus personajes. Ante todo en la decadencia vital de su protagonista, excelente Arturo Valls, un cuñado como otro cualquiera que mira a su alrededor y presa de un estado de shock post-traumático descubre en lo que se ha convertido: en un ser mundano, gris, con una mujer que le aburre, una hija para la que no existe y un grupo de amigos que repiten fin de semana tras otro las mismas bromas: No, no le gusta el mundo en el que se refleja, entrando en una espiral depresiva y autodestructiva inmejorablemente expuesta con el running gag de la cinta de cassette en bucle de Los Pecos. Será en el tercer acto, donde por medio de brillantes flashbacks se nos mostrarán fragmentos de lo sucedido en el túnel, cuando la película se confirma como una comedia diferente al resto tanto por su afilado sentido del humor como por las miserias que descubre de nuestras apariencias en cualquier grupo de whatsapp.