
Que alguien le regale un trípode a Tom Hooper.
Sin spoilers
No me gustan las críticas. Leo pocas y escribo ninguna. Será el cariño que siento hacia el musical lo que me haya animado a criticar (en el sentido peyorativo de la palabra) la cinta del injusto ganador del Oscar, Tom Hooper. No diré que era fácil, pero tenía los elementos necesarios para hacer una obra maestra; o al menos una más que decente película, de los cuales no ha aprovechado ninguno. Bueno sí, los actores.
Tom Hooper le entrega el papel de la función, en exceso, a sus actores. En ellos recae toda la atención durante gran parte del metraje, abusando de los primeros planos que hacen que la película se convierta a ratos en agobiante y asfixiante. Ahoga la acción al prescindir del contexto exterior más allá de las caras protagonistas, lo que sumado al también abuso de la cámara en mano hacen una película mareante. Pocos actores pueden aguantar tanto rato un primer plano; Anne Hathaway y Hugh Jackman lo superan con creces y a ellos no importa verlos durante un rato. El problema llega cuando también muestra primeros planos de Eddie Redmayne, Aaron Tveit, Samantha Barks, Amanda Seyfried,... quienes no tienen la experiencia de los dos primeros y resulta cargante que la cámara no se mueva durante largo tiempo.
La ambientación, vestuarios y maquillajes están muy logrados pero Hooper no les saca partido. No juega para nada con la ciudad de París ni con la fotografía (tan sólo salvaría algún momento de Javert con Notre Dame al fondo y el inicio con Jean Valjean); se olvida de que puede hacer travellings y algún que otro plano largo para dinamizar la historia, pero no, el sigue empeñado en no alejar la cámara más de un metro de sus protagonistas.
En el apartado actoral. Hugh Jackman y Anne Hathaway están soberbios actuando (quizás el primero las pases canutas para llegar a las notas altas, pero Valjean es un papel escrito para tenores y Jackman es barítono). Al Jackman se le nota la experiencia en musicales y es una delicia verle en pantalla; por su parte, Hathaway en poco tiempo consigue crear un personaje desgarrador. Destacaría a Sacha Baron Cohen y Helena Bonham-Carter: cumplen a la perfección su papel a modo de cameo que es sin duda lo mejor de la película. Sus momentos consiguen banalizar un poco tanto artificio. Eddie Redmayne lo intenta, pero no llega ni actuando ni cantando; Aaron Tveit tampoco, pero al menos el primero intentaba ser Marius, éste es un Enjorlas totalmente falto de carisma (siendo Enjorlas un papel con gran peso en el musical). Amanda Seyfried, Samantha Barks, y Russell Crowe están correctos pero tampoco consiguen destacar. La primera no es el primer musical que hace; Barks ya hizo de Eponine en el musical y Crowe posee un grupo de rock (no sé a que tanta sorpresa porque cante bien).
El problema, a pesar de las más que correctas actuaciones, es que nos encontramos antes un musical. Algo que Hooper parece haber olvidado. Esto no es un drama donde de repente un personaje se ponga a cantar llorando o sufriendo; las canciones de este musical poseen la suficiente fuerza para poder prescindir de actuaciones notables. Que Anne y el resto del reparto estén soberbios no me sirven de nada; porque si en medio de la canción se escapan lamentos, lloros y demás matices, se rompe por completo el ritmo del musical. Señor Hooper, es un musical de dos horas y media a ritmo normal, si vas haciendo pausas en las canciones para demostrar la capacidad de actuación de sus actores eternizas la duración de la película (o al menos su sensación). Y no olvidemos los dichosos primeros planos. La película acaba por hacerse muy pesada del modo en que la plantea el director inglés.
Ese no es el único problema musical. La justificación de tanto primer plano y tanta actuación es porque los actores cantaron en el set y no en estudio. Sumado eso a que la orquesta está de fondo, la música baja en los compases finales y muchas veces tenemos canciones a capella, y a que Hooper prescinde de coro (únicamente cantan quienes están en escena), hace que la película (y muchas de las canciones que necesitaban orquesta y coro) estén carentes de fuerza emocional. El "Do you hear the people sing?" me ha dado vergüenza ajena, se notaba a los actores fatigados y apenas se escuchaba a los secundarios.
Por lo tanto, tenemos canciones a la cual le cortas el ritmo, no hay coros, y dejas muy de fondo la orquesta. ¿Eran conscientes de que estaban adaptando un musical? ¡¡UN MUSICAL!! no era tan difícil.
Yo no quiero realismo, quiero engaño, el cine es engaño. Si en las tablas del teatro tienes a un coro que no forma parte de la historia, ¿por qué no en la película? Las canciones son el elemento principal de este filme, debían de haber sido grabadas en estudio. Y lo más importante, yo hubiese contado con tenores y cantantes de primera fila, no actores. Esta película tendría que haber tenido como primer orden su música, y no sus actuaciones. No me creo que alguien que le gustase el musical pueda gustarle semejante despropósito.
'Los Miserables' es la película que tendría que haber rodado Kenneth Brannagh. Que Tom Hooper devuelva el Oscar que le robaron a Fincher y dadle un trípode por favor.
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