Críticas de 'Los niños del mar'
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'Los niños del mar': El océano de la vida
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Slashfilm
Pero la película realmente tiene vida en cualquier momento que estemos bajo el agua, cuando nos muestra un mundo completamente nuevo y misterioso, lleno de criaturas mágicas y raras maravillas, todo mientras alcanza unos grandes niveles visuales que harían que James Cameron y James Wan tuviesen envidia. Nunca has visto una ballena tan magníficamente animada como en 'Los niños del mar', que da unos profundos detalles de las texturas tanto en las criaturas marinas como en el agua que hay a su alrededor.
Variety
'Los niños del mar' te pilla con la guardia baja, solo porque de manera tan convincente establece un sentido del realismo en su tramo de apertura. El equipo de Watanabe se toma la molestia de enseñar una lata de cerveza machacada en un cubo de basura, la luz del solar recorriendo un vestíbulo cuando la puerta se abre y recrearse en cómo un conjunto de pisadas húmedas se evapora con el sol.
Cinemanía
Si bien su guión es sencillo y le cuesta un poco arrancar, pasada la primera media hora Los niños del mar es un absoluto deleite para los sentidos, una película de animación bellísima, arriesgada, que rompe las reglas del medio para trabajar desde el formato experimental de films como Belladonna of Sadness y que cuenta con un climax de unos 20 minutos que están entre lo mejor que ha dado el anime en las dos últimas décadas.
Screen Daily
A medida que la trama crece al ser más mística y desafiante, la animación tiene ese eco que recuerda a una prolongada '2001: Odisea en el espacio', pero a través de los mares y las estrellas expresando la historia personal de Ruka y la unión compasiva que tiene con este universo más grande, pero que también sugiere que ella es la única en un mundo personal.