Sin sorprender pero sin decepcionar

Como fan de la trilogía Madagascar y a la vez la indiferencia que me provoca la serie de Los pingüinos de Madagascar no tenía muchas expectativas en la cinta aunque viniendo del riesgo y maravilla que supuso la segunda entrega de Como entrenar a tu dragón algo decente esperaba y efectivamente, sin ser lo mejor de Dreamworks y entrando más en el terreno de lo más flojo que ha hecho la franquicia logra ser un solvente y divertido entretenimiento por momentos. Amena y entretenida para una trama que bebe de algunas cintas de la propia factoría, entre ellas Megamind o incluso Shrek 2 pero en menor medida y con menos humor del que se muestra en dichas cintas. Aun con las fantasmadas y licencias que se toma el cine de Dreamworks se logra pasar un buen rato y con algunas escenas a destacar como las persecuciones, algunas similares a las vistas en Madagascar 3 que también continúan en algún compás de la cinta a modo de guiño que no queda tan mal como muchos critican.

Los personajes no sobresalen pero tampoco resultan nada molestos aunque se podría haber sacado una trama más arriesgada, menos previsible y convencional y haber roto un poco los esquemas del humor más allá de un par de gags sobresalientes como el de los snacks. Interesante.