Entretenida. Sólo eso.

Con todas las temporadas que 'Los Simpson' lleva en antena, es arriesgadísimo llevar la serie a la gran pantalla. Pero aún así se decidieron, lo hicieron, y han llegado los resultados: la pantalla grande se les queda grande.

La película cuenta con unas animaciones y gráficos muy logrados, con un doblaje perfecto (tanto en castellano como en inglés), pero quizás es la trama lo que hace que la película no de más de sí.

Teniendo en cuenta que los capítulos de la serie son cortos (justo llegan a los 20 minutos), querer hacer un largometraje de algo que tradicionalmente se ha visto como "corto" es peligroso. Estamos acostumbrados a los capítulos cortos, con tramas alborotadas que dan lugar a numerosos chistes y a otras tantas situaciones divertidas. En esos 20 minutos de capítulo no da para más, y ahí esta lo bueno, ya que durante lo que duran los capítulos los telespectadores la mayor parte del tiempo estarán riéndose con las actuaciones de los personajes springfildianos.

Si en cambio, un capítulo se quiere alargar, ya hay que cambiar el formato, empezando por cambiar la trama, que deberá ser más compleja. La cosa habría salido bien si la trama hubiera sido entretenida, pero la verdad es que en muchas partes la historia aburre al faltar ese toque comico-irónico que caracteriza a Los Simpson (por ejemplo, todo el nudo podría haberse mejorado).

Aún así, la película logra meter a casi todos los personajes que se pueden ver en los capítulos, otorgándoles momentos clave. También las situaciones cómicas que hay (que son pocas desgraciadamente, o por lo menos, menos que las que me gustaría que hubiese) consiguen su objetivo.

En definitiva, "Los Simpson: la película" es una buena adaptación de la serie a la gran pantalla, aunque podría haberse mejorado en lo que respecta a la trama. Yo, personalmente, me quedo con esta frase: lo bueno, si breve, dos veces bueno. Ahora que cada cual saque sus conclusiones.