No siempre la unión hace la fuerza

Joss Whedon, director de la serie Buffy caza vampiros, fue finalmente el elegido para dirigir esta película en 2012 que reunía a un cúmulo de superhéroes de la factoría Marvel. Una adaptación del homónimo cómic cuyos protagonistas ya habían protagonizado películas previas. Un proyecto titánico con años de planificación, de gran presupuesto y mayor campaña publicitaria.

Nick Furia (Samuel L. Jackson) recupera un proyecto abandonado conocido como "La iniciativa Vengadores" cuando la paz de la Tierra se encuentra amenazada por Loki, hermano de Thor. Dicho proyecto implica formar un equipo con los seres más poderosos del mundo, quienes tendrán que superar su ego para unirse contra un enemigo común.

No siempre la unión hace la fuerza. La experiencia nos ha demostrado que esta clase de películas suelen dar productos menores, como es el caso de las horribles Alien vs. Predator o La liga de los hombres extraordinarios.

El argumento de la película carece por completo de originalidad alguna. Algunos diálogos entre sus protagonistas son afortunados, aunque tampoco es que sean para tirar cohetes. En gran parte, el mérito de ello se encuentra en el carismático Robert Downey Jr. como Ironman. La adición de tanto personaje resulta hasta cansina. Uno no sabe muy bien qué aportan Jeremy Renner o Scarlett Johansson a la historia más más allá de sus famosos rostros. Por otra parte, Chris Evans sigue estando igual de soso como lo estuvo en su correspondiente película y Mark Ruffalo cumple sobradamente como Hulk, personaje ya interpretado por tres grandes actores.

Los vengadores tarda mucho en arrancar. La primera escena es horrible, más propia de una teleserie y la primera mitad se hace demasiado larga. La película no mejora hasta que el mencionado Ironman entra en escena, dando a la misma el humor que tanto necesitaba.

Eso sí, las escenas de acción son realmente espectaculares, aunque la del porta-aviones debería de haberse aprovechado más, ya que se desarrolla en las alturas y el 3D podría haber dado mucho juego. El extenso clímax final es pura diversión. Una brutal escena de acción con Nueva York de fondo en el que los efectos tridimensionales son empleados con mucho esmero. Durante la misma el director hasta se permite realizar un sorprendente plano secuencia que capta el mejor momento de todos y cada uno de sus protagonistas.

Finalmente, Los vengadores es una película muy entretenida aunque con una primera mitad algo floja que da exactamente lo que promete: acción, muy buenos efectos y algunas risas. Son más recomendables del mismo género las segundas partes de X-Men o Spiderman, así como la nueva trilogía de Batman de Christopher Nolan.