
'Camino' a medio gas
Sin spoilers
'ma ma' tenía un tráiler que prometía emociones fuertes: un tour de force de Penélope como una madre con cáncer terminal es algo que, como espectador, me apetece ver (aunque suene masoca). Sin embargo, lo que nos encontramos es una historia fallida, a medio gas, que coge fuerza hacia su tramo final pero que, en definitiva, no convence.
Penélope Cruz crea un personaje con el que a la larga te encariñas pero que no te termina de conquistar: cuando calla, desprende una magia increíble con la mirada pero, cada vez que habla, lo pierde todo con esa actitud tan impostada de mujer de barrio echada para delante que, curiosamente, echa atrás al espectador. Además, todo comienza de una forma muy precipitada, sin dejar respirar a los personajes, como si intentarán meter una miniserie de cinco capítulos en una película de dos horas. Sobre todo, esto se nota en la relación con Luis Tosar, correcto en su personaje, pero cuya trama es imposible de creer por la rapidez de sus decisiones tras vivir un drama tan brutal.
Sí es cierto que los últimos cuarenta minutos sí consiguen lo que pretenden: emocionarnos con una historia de amor incondicional; sin embargo, Medem, como en el resto de la película, no termina de encontrar la dirección adecuada e intenta hacer su propia 'Camino' (Javier Fesser, 2008) pero le queda un relato errático, con escenas que dan verdadera vergüenza ajena (el partido de la Eurocopa, el 'Morena mía' de Etxeandia).
'ma ma' tiene escenas bonitas, escenas que emocionan pero son las menos. La dirección de Medem hace aguas, Penélope no firma uno de sus mejores trabajos (y eso que el personaje es un auténtico bombón) y el guión pide a gritos una última revisión. A destacar, Etxeandia y esa preciosa canción que canta, y el actor que hace de hijo de Penélope que con una sonrisa llena toda la pantalla y te encoge el corazón.
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