Dos gamberros educando a inadaptados

Siempre me llamó la atención esta película incluso cuando la estrenaron mismamente pero para entonces no era uno de mis géneros preferidos el de la comedia gamberra pero con el paso del tiempo me he ido adaptando a este subgénero y la verdad es que la cinta me ha gustado pero posee tantas estupideces que dan vergüenza ajena que no llega a estar por encima de la media. Sin embargo sin resulta un entretenimiento agradable con sus puntos fuertes y su buen ritmo para una duración adecuada con dos actores con mucha química y algunos gags bastante buenos sin sobresalir como en otras cintas hablando de los correctos Sean William Scott y Paul Rudd.

Paul Rudd sigue pareciéndome un buen actor en su rol de comedia gamberra y pese a no ser un actor de oscar tiene carisma y me siento cómodo al verle en pantalla salvo en la decepcionante Sácame del paraíso, curiosamente del mismo director que esta película que demuestra que no es muy efectivo en el terreno de la comedia y debería escoger mejores guiones.

Sean William Scott sigue en su salsa, en su típico personaje ya mil veces visto pero que sigue haciendo reír sin llegar a límites extremos como la divertida Evolution o interesante El tesoro del amazonas.

Christopher Mintz Plasse y el muchacho negrito dotan de frikismo a la cinta con sus momentos buenos y sus momentos verdaderamente estúpidos. Personalmente al señor McLovin me quedo más con ese personaje y el de Bruma roja de Kick Ass antes que con este que perfectamente podría haber hecho este papel mismamente el tontainas de Somos los Miller, Will Poulter.

En definitiva, una cinta entretenida pero que le falta más mala baba, más humor y gamberrismo y que se queda en una cinta pasada de azúcar, forzada en su guión y extremadamente previsible pese a que sea bastante memorable la imitación a Kiss. Pasable.