Un Brad Pitt genial y El Tío Adolf. CRÍTICA PENDIENTE DE EDITAR.

Antes de nada, no es una película que me ha dejado plenamente satisfecho.

Esta película ha empezado muy bien, con pausa, dándose la importancia adecuada a los detalles, a los diálogos. Buena pinta. A partir de ahí la cosa empieza a decaer progresivamente, hasta empezar a pesar. No empatizas del todo con la trama, y no está excepcionalmente bien hecha como las demás películas de Tarantino. Aún así se nota su sello, eso sí, en menor proporción, algo que en principio no tiene porque ser malo. Es como dicen algunos críticos, es un film un tanto ridículo, con elementos demasiado absurdos, y se echan de menos algunas cosas, y si a todo eso sumamos que llega a hacerse pesado, pues ya son menos cosas a su favor.

No obstante algunos momentos merecen la pena y mucho. Para empezar Brad Pitt, que está sublime en su papel. Se hace muy agradable verle en la pantalla, suma muchísimo, un gustazo, de verdad. Muestra altas dosis de insolencia, excelentemente llevadas por el amigo Brad, pero se nota que aquí Tarantino ha intentado imitar un poco a Scorsese. Y no es que le haya salido mal, es que no ha acertado ni en el contexto, ni en las formas, no da en la línea óptima a seguir. Eso sí, repito Brad Pitt lo salva, bordándolo, pero se nota ese algo que no, aquí no, esta vez no te ha salido (al menos no del todo). Después, Cristoph Waltz se hace extremadamente repelente, es inaguantable, no soportas verlo en escena, quieres que muera y cuanto antes. PERO YA.

Me estoy yendo del tema, este era el apartado de los aspectos positivos. Ah, sí, las bromas.

-Ese corte de la narración para mostrarnos las imaginaciones de la joven Melanie Laurent acerca de lo que hacía y cómo el desquiciado Goebbels, la parodia es digna de ver con su mujer. Esos grititos cerdícolas que daba, con esa cara de baboso guarretón francamente formidables.

-Luego, la forma de hablar de Brad Pitt. Me encanta. Te enamora. Su seguridad, su manera de ser, de expresarse, de comunicar, de transmitir, su arrogancia. PERFECTO. El momento de cuando dice eso de <<La posibilidad de dejarle tieso al tío Adolf hacen que ese plan sea bastante apetecible>> me ha molado.

Luego, las relaciones entre Goebbels y Hitler, son auténtico espectáculo, cómo se ha reído de ellos, eso sí, de un modo muy particular. ¿Pero no hay actores que se puedan llegar a parecer a Hitler con un poco de maquillaje? Otro malafeitado que parece un vejete roñoso, de verdad, es que no se parece en nada a Hitler... ¿No hay nadie mejor?

Yo creo que el principal fallo, es que te la quieres tomar en serio, y no puedes, pero tampoco se puede considerar como comedia. Además, un poco lentita, no mantiene el ritmo, y al tener tanta presión, no mantiene las superlativas expectativas con las que partía. Aún así es una película digna de ver y de comentar.