Críticas de 'Mi querida cofradía'
Crítica eCartelera
'Mi querida cofradía': Feminismo con mantilla y pasión
Críticas de los usuarios
RED.TV
La cinta de se presenta en vísperas de la salida procesional de la hermandad hay que elegir al nuevo hermano mayor a donde todo creía que iba salir Carmen ,mujer veterana y muy implicada en la vida de la misma pues sale de presidente Ignacio uno de los últimos en llegar a la hermandad.
Por lo cual Carmen se enfada y casi se pelean en la calle. Carmen ...Leer más
vandolera
Es una película pequeña, simpática, que transcurre en un solo día. Cuenta con los suficientes ingredientes como para contarnos una historia sencilla pero que se desarrolla muy rápidamente. De un vistazo vemos los entresijos de lo que es una Hermanad, de como se organiza y de los pros y contras de no cumplir con los estatutos de la misma. Del intento de ...Leer más
Críticas de los medios
Cinemanía
Ópera prima con secuencias de cierta potencia visual pero que hubiese requerido un poco más de mala baba e ironía para poner las torrijas a la altura del sacrosanto gazpacho.
El Mundo
Lo que debería ser provocación acaba por plegarse a los rigores de una calculada comedia costumbrista que tiene en el reparto (atentos a la secundaria Carmen Flores y su torpeza con las torrijas) su mejor baza.
El Mundo
Comedia de apariencia negra y cruel, pero de fondo gris claro y flexible, 'Mi querida cofradía' es una farsa con evidentes toques de denuncia, que acude en diversas fases de su relato tanto al costumbrismo del sainete como a la ridiculización de diversos aspectos de la contemporaneidad española, por medio de personajes reconocibles ?desde el amanerado camarero de la Virgen que interpreta Manuel Morón hasta el dictador de capillitas al que da juego Juan Gea?, a los que su directora hinca el diente de un modo muy especial: provocando la sangre pero sin llegar a la gangrena; con ostensible irritación, pero sin saña.
Fotogramas
"Una película que engancha desde el primer fotograma, que tiene un elenco de secundarios apoteósico que se come la pantalla, pero a la que le falta un poco de desparpajo y sinvergonzonería, de espíritu canalla y retozón.