
'Moonlight': Los jóvenes cerúleos
Sin spoilers
Barry Jenkins dirige y escribe una película hipnótica, contenida, espeluznante y trágicamente hermosa. Ganadora de tres Oscar, sorprende al ser una película alejada del concepto de lo académico. Dividida en tres actos, son tres momentos clave de la vida del joven Chiron, interpretado magníficamente por Alex Hibbert, Ashton Sanders y Trevante Rhodes en los que se puede ir viendo cómo se va forjando una personalidad retraída, reprimida, triste y abandonada. Jenkins hace un poderoso retrato de una sociedad, de una generación que da un grito ahogado a un círculo del que parece imposible salir.
Y en medio de todo ese caos está Chiron, un superviviente, un chico que lucha por poder salir adelante en un ambiente hostil, en el que le rechazan por ser homosexual, por ser diferente. Sin duda, Jenkins no sólo hace una radiografía de un estrato de su país, sino también en lo que significa ser gay y negro, viviendo una doble discriminación, de un colectivo a otro. En medio de un mundo gris y decadente, Jenkins ofrece un rayo de esperanza que el público valorará. Magnífica.
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