A poco gas

El miedo que tiene la mayoría de gente al visualizar una película basada en un videojuego, y que deberían tener principalmente los responsables del film en cuestión, es que se parezca demasiado a una de las pantallas del mismo. Dicho de otra forma, que la película se convierta en un constante "gameplay" del que, obviamente, no eres partícipe. En el caso de Need For Speed, esto sólo pasa a veces; su principal problema es que es mala, a secas.

Su argumento no es nada complicado: Tobey Marshall es un "hombre fuerte y silencioso" que dirige un taller de coches y que, para ganarse un dinerillo, compite en carreras ilegales. En una de estas pruebas, su archienemigo asesina a un amigo de Tobey, y es él mismo el que carga con las culpas y es enviado a la cárcel. Cuando sale, como no podía ser de otra manera, decide buscar venganza y demostrar que Dino Brewster, el malo malote, es el culpable de todo lo que ha pasado.

Mira que me quejo muchas veces de que no paren de sacar aburridas secuelas de A todo gas pero, comparadas con este film, casi parecen notables productos del género. Sencillamente, es muy difícil sacar una película de un videojuego en el que, según recuerdo, la única misión es correr con coches y tunearlos con el dinero que ganas. Ni los más acérrimos fans del automovilismo lograrán vibrar con un film carente de cualquier interés. Para la próxima, les recomiendo que adapten el videojuego Carmageddon, que ahí, al menos, tenías el aliciente de que con el coche podías atropellar vacas pixeladas. A ver si así le dan un poquito de color a la película, aunque sea rojo sangre.