
Es hora de volver a casa, Woody
Sin spoilers
Woody Allen está de viaje turístico por Europa, lo que no le impide seguir rodando a su conocido ritmo de película por año. La excelente Match Point fue el punto de partida, rodada en Londres, a la que le siguieron El sueño de Cassandra, Scoop y más adelante Conocerás al hombre de tus sueños. En su paso por España rodó Vicky Cristina y Barcelona, una simpática comedia aunque insípida y poco interesante. Su amor por la capital francesa daría como la estupenda Midnight in Paris que lo devolvió a lo más alto y le brindó las mejores cifras de su carrera. Ahora le ha llegado el turno a Roma con un film en el que agrupó a un excelente reparto y con el que volvería a contar con Penélope Cruz.
Una pareja de recién casados perdidos por las calles de Roma. Un reputado arquitecto que pasea melancólico por la ciudad añorando sus años de estudiante. Un matrimonio que viaja a Italia para conocer al futuro marido italiano de su hija y a sus padres. Un joven estudiante de arquitectura que se verá prendado por los encantos de la mejor amiga de su novia. Un padre de familia que pasa del anonimato a la fama de un día a otro.
A roma con amor es una comedia coral con rasgos surreales y multitud de rostros conocidos que empieza igual que acaba, con una confesión mirando a cámara por parte de ciudadanos romanos presumiendo conocer las historias acontecidas en su ciudad, ya sea desde su posición de guardia de tráfico como desde un balcón que da hacia la Plaza de España. Pues más les valdría habérselas ahorrado, pues la película no es sino una muestra del agotamiento de su autor.
Los personajes no interesan lo más mínimo. Todo transcurre a marchas forzadas, sin naturalidad alguna. Las acciones de sus protagonistas son previsibles a la par que poco creíbles. Sus actores se esfuerzan por dar vida a unas historias que carecen de todo ingenio.
El guión resulta banal. Perfectamente podría haber sido escrito en el vuelo de ida a la capital italiana con una guía de viajes en la mano. ¿Qué fue de los ácidos diálogos de películas como Manhattan o la más reciente Misterioso asesinato en Manhattan? Incluso la presencia del mismo Allen, que da los momentos más cómicos del film, se percibe cansada y apagada.
A Roma con amor es un reciclaje poco o nada inspirado de casi todos los temas tratados por su autor a lo largo de toda su filmografía. Habla de las parejas, la pasión, la fidelidad, la añoranza de tiempos mejores, los problemas que trae consigo la fama. Es también una crítica a la sociedad pretenciosa y a los medios de comunicación, que nos bombardean con noticias sobre sucesos o personajes sin relevancia.
La película es completamente arrítmica en su búsqueda por contar cuantas más historias mejor. Incluso termina por aburrir, pecado mortal para cualquier comedia que se preste.
Vistos los resultados, más le valdría a Woody Allen empezar a aminorar la producción y centrarse más en los guiones de las películas que vaya estrenando, en lugar de cumplir su estricto calendario de película por año. Lejos quedan las obras maestras de Annie Hall o Delitos y faltas. Muy lejos.
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