Frenesí aéreo

Son pocas las veces en las que, un taquillazo que parecía de usar y tirar, sorprende a buena parte de la crítica, y la hace disfrutar durante su visionado. El asombro es aún mayor si nos ponemos a pensar que la película pertenece a ese poco agraciado género de los secuestros de aviones. Además, nos devuelve la confianza en un Jaume Collet-Serra que, en su primera incursión en los thrillers psicológicos con Sin identidad (2011), trazó un punto de partida muy interesante para después desarrollarlo de forma mediocre. Por suerte, con Non-Stop ha acertado de lleno.

Liam Neeson, aspirante a actor fetiche del realizador catalán, encarna a uno de esos Marshalls americanos que se dedican a mantener el orden en los aviones comerciales, así como a mantenerlos libres de artefactos explosivos terroristas. Un buen día, en mitad de un vuelo transatlántico, recibe un mensaje en el que se le ordena que deposite 150 millones de dólares en una cuenta bancaria, o un pasajero del avión morirá cada 20 minutos. Al principio todo parece una broma pesada, pero pronto el bueno de Liam comprenderá que la situación requiere de todos sus esfuerzos mentales y físicos.

No se equivoquen, al igual que la anterior película del director este film es un disparate, pero un disparate de alta tensión y grandes dosis de entretenimiento palomitero. Esta vez su equipo de guionistas no se viene abajo, y construyen una trama improbable, pero sin fisuras que puedan hacer de su ritmo algo intermitente. En el guión se juega con algo mil veces visto, pero que siempre consigue reforzar el suspense de las películas, como es que todos y cada uno de los personajes, incluido el propio protagonista, sean sospechosos hasta el último momento. También ayuda que el reparto sea de primera fila, destacando a un Liam Neeson que, a sus más de 60 años, se ha visto reconvertido en flamante estrella de acción, y al que, admitámoslo, no tendríamos las agallas de plantarle cara en ningún momento. Así pues, si quieren descansar sus mentes durante algo más de 100 minutos sin tener que pensar demasiado, esta entretenida y agitada mezcla de acción y thriller quizá sea la respuesta a sus cinéfilas plegarias.