La misma película de siempre

'Nunca apagues la luz' está basada en el corto viral 'Lights Out' y parte de una premisa simple pero muy muy jugosa desde el punto de vista visual: un ente fantasmal que solo puede materializarse y atacar a sus víctimas en la oscuridad y desaparece si le toca la luz. Esta idea convirtió al cortometraje de David F. Sandberg en, según muchos, el más terrorífico de la historia (ya sabéis cómo se exagera todo en Internet), pero pierde bastante al ser llevada al cine en formato largometraje.

Sandberg, que también dirige la película, toma su idea y la convierte en la enésima película de terror mainstream, cayendo en los mismos trucos, los mismos sustos atronadores y los mismos topicazos melodramáticos del resto de películas recientes de la escuela James Wan, que por supuesto, produce esta cinta. 'Nunca apagues la luz' tiene unas cuantas escenas efectivas, sobre todo al principio, pero en general no saca todo el provecho que podría de una idea a priori perfecta para hacer pasar miedo al personal.

Y ese es el principal problema de la película, que a pesar de dar unos cuantos sustos de muerte, más allá de los sobresaltos no consigue infundir miedo de verdad (y quien esto escribe se acojona con poco), no logra transmitir la desazón y el nerviosismo que debería. En lugar de eso, nos ofrece la misma experiencia de siempre, otra película de miedo realizada en cadena por los estudios de Hollywood. Ni terror, ni nada.

Al menos, Sandberg se molesta en crear personajes y darles algo de entidad, cosa que no suele pasar en el cine de terror de centro comercial, pero no es suficiente para establecer esa conexión necesaria para que nos metamos en la historia y suframos con la familia protagonista (puede tener que ver el hecho de que el niño sea uno de los más repipis e irritantes que hemos visto recientemente). Por todo esto, 'Nunca apagues la luz' es una oportunidad desaprovechada. Habiendo sido un éxito muy rentable, la secuela está garantizada, así que espero que pongan toda la carne en el asador para entonces.