Shine bright like a diamond

Que nadie tema por su infancia (o adolescencia, o por su masculinidad en general), el reboot femenino de la saga 'Ocean's' no va a arruinarle nada a nadie. Y menos a Warner Bros., que ha recaudado 270 millones de dólares con ella (de 70 que costó). Sin ser un gran taquillazo, 'Ocean's 8' ha funcionado bien, y ha sido principalmente gracias a su deslumbrante elenco.

Porque reconozcámoslo, el guion no es ninguna maravilla. Está lleno de agujeros (como suele pasar con las historias sobre grandes golpes, pero un poco más descuidados de lo normal, como si no hubieran hecho muchas revisiones), giros que rizan demasiado el rizo, y en general falta cohesión entre las partes y las tramas de sus personajes, lo que hace que la película no resulte todo lo genial que podría haber sido con el reparto que tenía.

Aun con todo esto, 'Ocean's 8' brilla. Y es, como decía, gracias a un reparto estelar inmejorable, encabezado por Sandra Bullock, Cate Blanchett y Anne Hathaway. La primera es técnicamente la protagonista, y aunque resulta eficaz como de costumbre, son las otras dos las que acaparan toda nuestra atención, Blanchett por su irresistible magnetismo y Hathaway por llevar a cabo la mejor interpretación de toda la película. Ella es el arma secreta de 'Ocean's 8', pero Mindy Kaling, Rihanna, Awkwafina, Sarah Paulson y sobre todo Helena Bonham Carter también aportan buenos momentos (y mejores estilismos).

Gracias a las actrices, que rebosan química y salta a la vista que se lo pasaron genial en el rodaje, y también a una trama que, a pesar de los defectos mencionados, nos mantiene perfectamente enganchados, 'Ocean's 8' acaba siendo un entretenimiento digno, divertido y elegante, una película exquisita. No aprovecha todo su potencial, pero sí el suficiente para encandilarnos con su brillo y belleza. Si hacen 'Ocean's 9', esperemos que cuiden tanto el guion como el apartado estético y el vestuario.